22/3/10

La Sabiduría del Silencio

A propósito de las Meditaciones surgidas de la lectura del poema Hsin Sin Ming que se vienen insertando en el Blog, vari@s amig@s han coincidido en enviarme las reflexiones sobre La Sabiduría del Silencio que se publican a continuación, cargadas, como el poema, de una profunda visión zen y taoista. (La foto adjunta corresponde a un oleo dedicado al silencio del pintor de José Antonio González -Ávila (España), 1963-).

----------------------------------------------

Habla cuando sea necesario. Antes de abrir la boca, piensa lo que vas a decir. Se breve y preciso, pues cada vez que emitas una palabra, dejas salir al mismo tiempo una parte de tu energía. De esta manera aprenderás a desarrollar el arte de hablar sin derrocharla.

Nunca hagas promesas que no puedas cumplir. No te quejes y no utilices en tu vocabulario palabras que proyecten imágenes negativas, porque se producirá alrededor de ti todo lo que has fabricado con tus palabras cargadas de energía.

Si no tienes nada bueno, verdadero y útil que decir, es mejor quedarse callado y no decir nada. Aprende a ser como un espejo. Escucha y refleja la energía. El Universo mismo es el mejor ejemplo de un espejo que la Naturaleza nos ha dado, porque el Universo acepta sin condiciones nuestros pensamientos, nuestras emociones, nuestras palabras, nuestras acciones; y nos envía de vuelta el reflejo de nuestra propia energía bajo la forma de las diferentes circunstancias que se presentan en nuestra vida.

Si te identificas con el éxito tendrás éxito. Si te identificas con el fracaso, tendrás fracaso. Así podemos observar que las circunstancias que vivimos son simplemente manifestaciones externas del contenido de nuestra habladuría interna. Aprende a ser como el Universo, escuchando y reflejando la energía sin emociones densas y sin prejuicios, porque siendo como un espejo sin emociones, aprendemos a hablar de otra manera, con el poder mental tranquilo y en silencio, sin darle oportunidad de imponerse con sus opiniones personales y evitando que tenga reacciones emocionales excesivas, simplemente permitiendo una comunicación sincera y fluida.

No te des mucha importancia y sé humilde, pues cuanto más te muestres superior, inteligente y prepotente, más te vuelves prisionero de tu propia imagen y vives en un mundo de tensión e ilusiones.

Sé discreto, preserva tu vida íntima, de esta manera te liberas de las opiniones de los otros y llevarás una vida tranquila y serena.

No compitas con los demás, vuélvete como la tierra que nos nutre, que nos da lo que precisamos. Ayuda a los otros a percibir sus cualidades y virtudes, a brillar. El espíritu competitivo hace que crezca el ego y crea conflictos inevitablemente. Ten confianza en ti mismo, preserva tu paz interna evitando entrar en la provocación y en las trampas de los otros.

No te comprometas fácilmente. Si actúas de manera precipitada sin tomar consciencia profunda de la situación, te vas a crear complicaciones. La gente no tiene confianza en aquellos que muy fácilmente dicen “sí”, porque saben que ese no es un “sí” sólido y le falta valor. Toma un momento de silencio interno para considerar todo lo que se presenta y toma tu decisión después. Así desarrollarás la confianza en ti mismo y la sabiduría.

Si realmente hay algo que no sabes o no tienes la respuesta a la pregunta que te han hecho, acéptalo. El hecho de no saber es muy incómodo para el ego, porque le gusta saber de todo, tener siempre razón y dar su opinión muy personal. En realidad el ego no sabe nada, sino que hace creer que sabe.

Evita el hecho de juzgar y criticar. Sé imparcial, muestra una compasión infinita y no caigas en la dualidad. Cada vez que juzgas a alguien, lo único que haces es expresar tu opinión muy personal y es una pérdida de energía, puro ruido. Juzgar es una manera de esconder las propias debilidades. El sabio tolera todo y no dirá ni una palabra.

Recuerda que todo lo que te molesta de los otros es una proyección de lo que todavía no has resuelto en ti mismo. Deja que cada cual resuelva sus propios problemas y concentra tu energía en tu propia vida. Ocúpate de ti mismo, no te defiendas. Cuando tratas de defenderte, estás dándole demasiada importancia a las palabras de los otros y le das más fuerza a su agresión. Si aceptas el no defenderte estás demostrando que las palabras de los demás no te afectan, que son simplemente opiniones y que no necesitas convencer a los otros para ser feliz.

Tu silencio interno te vuelve impasible. Haz regularmente un ayuno de la palabra para reeducar el ego, que tiene la costumbre de hablar todo el tiempo. Practica de vez en cuando el arte de no hablar. Progresivamente desarrollarás el arte de hablar sin hablar y tu naturaleza interna (Yo Verdadero) dejará de ser reemplazada por tu personalidad artificial (pequeño yo, ego), dejando aparecer la luz de tu corazón y el poder de la sabiduría del silencio. Gracias a esta fuerza atraerás hacia ti todo lo que necesitas para realizarte y liberarte completamente.

Quédate en silencio, cultiva tu Ser Profundo. Respeta la vida de los demás y de todo lo que existe en el mundo. No trates de forzar, manipular y controlar a los otros. Conviértete en tu propio maestro y deja a los demás ser lo que son, o lo que tienen la capacidad de ser.

-------------------------------------------------------------------------------------------

7 comentarios:

  1. ¡Es maravilloso!, Cuánta sabiduría encierran estas palabras, cuánta inteligencia. Hay que leerlas tranquila y lentamente y saborearlas una a una, interiorizarlas y dejar que fluyan. ¡Fantástico!

    ResponderEliminar
  2. Paraaaa cabeza loca ¡
    No entiendo como puedes abarcar tantas cosas con tu pensamiento.
    Hablas del poder el silencio, del vacio, y tu cerebro esta desbocado.
    ¿Que impedimentos de movimiento fisico y emocional te tienen atrapado para generarte esa necesidad de volar con el pensamiento?

    ResponderEliminar
  3. Es todo un programa de vida...

    Raquel.

    ResponderEliminar
  4. Toda una filosofia de sumision a la vida. No nos engañemos. La sublimacion de la represion en el fetiche-mercancia esta llegando a su fin parejo a la destruccion del sistema consumista que ha imperado en los ultimos 50 años. Y hete aqui que se esta configurando la nueva religion ascetica acorde con la privacion y la carestia de bienes materiales.
    Milenarismos ¡¡¡ La conciencia es una abstraccion reduccionista de la vida ¡¡¡

    ResponderEliminar
  5. Gracias, amig@s, por vuestros comentarios, que ponen a disposición de tod@s distintos prismas de la Unidad.
    Con Amor

    ResponderEliminar
  6. Preciosos pensamientos que ayudan a meditar. Gracias.

    ResponderEliminar
  7. ME ENCANTO DEFINITICAMENTE NADA QUE DECIR TOTALMENTE CIERTO ♥

    ResponderEliminar

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.