24/3/10

La Patro, desde su celda

La Patro es un singular, divertido y erudito personaje creado por una buena amiga personal y del Blog. Ya se han insertado cinco entradas firmadas por ella (Carta de La Patro a propósito de algunas entradas recientes, La Patro se explica, La Patro aclara algunas cosas, Un desahogo de La Patro y La Patro se retira…por ahora, del 26 y 28 de enero, 8 y 19 de febrero y 4 de marzo, respectivamente). He aquí una nueva entrega en la que La Patro regresa con nosotr@s, aunque sea desde su celda.

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Buenas: esta namá que es pa informarle de que La Patro está interná y les escribo desde mi celda y ha estao mu malita y hasta se creyó de que había llegao su hora. Como me pilló sin lecho ni hogá porque ya mabía despedío de la casa estando enferma y no tenía ande caerme muerta, a mi Anselmo le dio mucho doló y me dijo de que él podía de dormí en una rama de cuarquié árbo de un parque, pero que mi condisión humana requería de un lecho normá pa podé arrecogerme, dormí y descansá, y que no me precupara por la muerte, que mi corasón me iba a sé fiel latiendo hasta el último día de mi vida. Y dispués de esta sentensia claratoria que me dejó mu tranquila, me aconsejó de que volviera a casa de mi señora y le pidiera perdón por la nota que le dejé en su ordenadó, y que me acogiera de nuevo. Yo le dije que a lo mejón mi señora ya había desaparesío porque yo le había retirao de la sistensia, y me contestó que enke sólo lo que cá cuá crea o da vida, tié derecho a destruí, hay vese que incluso esas criaturas llegan a tené vida propia y aparte de la tuya y te sescapan de tu contró -como le ocurrió a Frankenstein-; y que podía sé el caso de mi señora. Como una se malisió de que podía sé así, le contesté que La Patro tenía mucha dirnidá y no quería de volvé a esa casa ni yo me sentía arrepentía de ná. ...Pero fue desirle esto y cogió y me se puso a llorá disiendo que en el fondo, eso de la dirnidá era otra forma de enmascará el ego, que era lo peó que teníamo los humanos, y que fuera práctica y me abajara a pedirle perdón, que yo ya no era sana, joven ni rica -tres condisione pa tené libertá-, y contri más tiempo pasara, más la iba yo a ella de nesesitá, y que mechara luego a la espalda tóas las humillasione y que había que sé práctica. Y pa no serle oneroso a nadie, él encontraría refugio ande fuera y ya se buscaría el sustento y mus veríamos cuando ella me diera permiso pa salí de la casa.

Como mi Anselmo nunca ante mabía pedío un favó, y meno llorando, apreté la dentaúra pa que no me sescapara el orgullo, y cuando me planté en cá de mi señora y lespliqué tó lo que mabía soplao mi loro, me dijo que le venía ahora mu malamente porque se iba al día siguiente de viaje con unas amigas a Yugoslavia porque sabían enterao de que allí había aparesiones de la Virgen y ella no podía de perderse eso, que a lo mejón, con suerte, por qué no se le podía de aparesé también a ella. Y aluego dijo: "Ah, vuerve pasá la semana Santa, que a la vuelta de mi peregrinasión, me quearé esquiando en Los Alpes".

Pensé pa mis adentros: "¡La madre que la parió! De móo que ésta se va a vé si se le aparese la Virgen, aluego a esquiá a Los Alpes y a mí me deja tirá en la calle, con la de mierda que yo la quitao a ella en su casa..."

Y sin esperá al asensó, me fui por la escalera arrastrando mi maleta de escalón en escalón, mientras le sortaba en alto: "¿...Po sabe qué le digo? ¡Sus muertos tós, señora!" Ella me dijo que era una mal educá ademá de antigua por llevá toavía una maleta sin ruéas, y cerró dando un portazo y riyéndose de mi.

Yo me senté a llorá en el rellano de la escalera con un desconsuelo mu grande y al rato ma cordé de mi lámpara de Aladino, que la tenía en la maleta. Namá abrirla, me salió el Genio con tó su genio chillando: "¡Joé, Patrosinio: no me hagas más esta faena, que ende que sentí tu llamada, salí de mi lámpara y mencontré enserrao y he estao a pique de morí afisiao dentro de la maleta! ¡Venga: pídeme ese deseo que te ajogaba tanto!"

"¡Po que me quiéo morí ya mismo, Aladino!" "¿...Y pa eso mas llamao, so loca? ¡Si yo reparto namá que alegría y vida! ¡Nunca reparto muerte! Ademá, ese deseo no te lo puéo conseguí porque te quéan toavía muchas cosas por cumplí, y tiés, ademá, que aprendé lo más difísi, que es a no llevá tanto peso ensima, que es de los demá y no te pertenese, Patrosinio! Yo, lo único que puéo hasé por ti es aligerarte ese peso de momento, y pa eso aquí hago aparesé esta maleta nueva con ruéas pa que no te pese tanto lo que cargas dentro."

"Pero, ¡si está tóa abujereá, Genio!" "Eso es un respiradero pa que yo puéa de respirá si mus deja mucho tiempo enserrao dentro al Anselmo y a mí. Por cierto: vete a buscarlo, que debe está el pobre esmayao en el parque."

Y, en un descuido, aprovechando que yo cambiaba las cosas de maleta, me se metió de nuevo en su lámpara y desaparesió.

¡Ay, si una ya se malisiaba argo! Cuando encontré a mi Anselmo, estaba tan campante hablando con una mujé y comiendo el mu tunante de su mano.

"¿Qué ta bías creío tú, so desgrasiao? ¿...Que yo te iba a dejá a ti suerto y libre una noche pa que tú me jaga esta faena poniéndome los cuernos con otra persona?" Y empezó a batí las alas como un histérico, gritando: "¡Patro, por favor: ingrésate urgente, que estás mu enferma y con tanta fiebre ya comienzas a delirá!"

Irnoro quién me ingresó, pero cuando disperté, yo estaba en un quirófano con muchos dortores y polisías a mi alrreeó preguntándome mu repetíos qué hasía yo con esa dosena de bolitas trasparentes, de una reondé perfecta, que ma cababan de sacá de las entrañas, insinuándome esos canallas una cosa mu mala que una no era capá de hasé. Y cuando una se intentó de defendé disiendo que yo no era una camella utilisando mi cuerpo pa trasportá droga, ma menazó un polisía y me montó un pollo disiendo que si confesaba la verdá, tó quedaría entre nosotros, me darían el alta y me podía ir a mi casa y no me pasaría ná, pero si me empeñaba en seguí mintiendo, me llevarían ante el Jué, con las estrañas y peligrosas declarasionesque que yo había hecho mientra andaba anestesiá y las tenían grabás, y como eso era delito, mesperaba la cárse y hasta podía sé que hasta un siquiátrico.

"Y, ¿se pué sabé que ha sortao servidora mientra estaba najená?" -les pregunté. "Po aparte de una oscura historia de cuernos, usté ha segurao ná meno que vive y se alimenta ende hase tiempo del caballo que son esas surtansias que se las porposiona un animal que usté ve de vé en cuando por las noches y sa negao a da el norte de esa persona."

Yo respiré aliviá, y como ma bían andao por dentro de mi cuerpo, aún sangraba, andaba mareá y no tenía ande arrecogerme, ma cordé del consejo de mi Anselmo y desidí que lo práctico era que men cerraran; así que me llevaron al calaboso, y como ademá era el día de la Mujé, no pasé frío esa noche de tantísima lluvia, tormenta y relámpago, a la interperie.

Al día siguiente me llevaron antel Jué, y allí La Patro tuvo que cantá cuando escuché de desí a un polisía, que si no cantaba, me daba una palisa. Y entre tós ma rrebataron el secreto mejón guardao hasta hora por una servidora, que esque una no sa limentaba como los demás mortales -eso tan feo de andá comiéndose animales ni vegetales ni otras criaturitas- ende que mi abuela Salvaóra, que era mu sabia y tenía magia y grasia en sus manos, menseñara a limentarme como algunas plantas: namá que mirando pal sol de frente provechando la aurora y el atardesé, y que a eso se le desía "afotosintes" y también ma yudaba pa limentarme, de las bolitas trasparentes de un caballo mu espesiá que las noches de luna nueva se veía cor mi abuela y él las iba sortando como un regalo a su paso, que se las sacaba de un cuerno estraño que tenía en la frente. Y lo peó fue que tuve que revelá mi secreto cantando tó con la primera toná que me se vino a la mente: "El patio de mi casa es mu particulá...", cuando la verdá es que mi abuela no me relataba tó este secreto de recio, sino mu quedamente pa que nadie mus oyera mientras me llevaba a la morada del animal, que era como un nido de heno aplastao y ocurto en un pastizá. Y me contaba que ese animá con un sólo cuerno en la frente se privaba de comé y que ella lo había pillao mirando al sol del mediodía de frente y sin pestañeá. Y ende entonse me se aparesía en sueño muchas vese pa indicarme ande podía encontrá esas bolitas que él iba dejando pa que yo siguiera su rastro, y que habemo de atesorarla cuando te se muestren en tu camino, y con eso ya está una alimentá. Y toavía ma cordaba de que tenía un nombre mu rarísimo y se llamaban "Periadham".

Y encima de que ma rrancaron mi secreto mejó guardao, no se creyeron ni una papa lo que me obligaron a desí cantando, y las van analisá por vé si lo mío es cosa grave o soy una camella o una endemoniá; y no me las devolvieron y men cerraron en una casa de salú mentá, namá que por revelá una verdá mu grande y haserle caso a mi abuela que, al sé una chamana vieja, iba mu aselerá por la vida y sa bía delantao al tiempo.

Asín que aquí sigue La Patro enserrá y despojá de su más secreto tesoro: Si alguno de ustedes ven a mi Anselmo o al Aladino ese, ¡por Dios, contarle tó esto y desirle que me vengan a rescatá!

Patrosinio, desde su selda y un ordenadó que ma emprestao un seladó.

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5 comentarios:

  1. ME GUSTARIA SABER SI LA PATRO ES UN PERSONAJE FICTICIO, DONDE TODO ES VENERABLE LITERATURA, O BIEN SON EXPERIENCIAS PERSONALES DE QUIEN LA ESCRIBE. SI PUEDES REVELARLO SI NO, NO.
    ME HA GUSTADO MUCHO POR LO CREIBLE QUE ES, SU ULTIMA ENTRADA, INCLUYENDO ALADINO.
    UN ABRAZO
    JOSE MANUEL PIÑERO

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  2. Fifty/fifty. Pero averigua qué parte es qué, que a veces ni yo mism@ lo sé. Otro abrazo.

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  3. Es un personaje de ficción en el que su creadora vierte vivencias y reflexiones tanto ajenas como personales.
    Un abrazo.

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  4. Ay! patro, qué cosas te pasan.
    Que yo sepa el periadham es la "caca" del unicornio, pero no se le daba el uso de comida sino de iluminación en las casas, para que exixtiera el bien en el hogar.
    No sé los efectos que ha debido tener en tu estomaguito y en tu cerebro...pero bueno, a pasar el mono y no te preocupes por Anselmo, el es listo y libre, cosa que alguna de nosotras por un motivo o por otro, no lo somos.
    Un abrazo
    M.

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  5. Por la gloria de mi abuela, que una sabía lo que era eso, y también ella, pero una servidora no se aterminaba a confesá cantando a la polisía eso tan susio que efertivamente es. Pero es que esas bolitas tan mágicas y bonitas las tenía mi abuela como un tesoro y las colesionaba pa eso que usté dise: pa alunbrá y echá de casa la desgrasia. Pero aluego mus nos las comíamos las dos porque mus daba grasia y salú palcuerpo.
    ¡Ea, po otro secreto que le acaban a una de arrancá, vaya por Dios, que por tóas partes hay quien oye y ve y está pendiente de tó! ¡Ay, quién le habrá mandao a una, meterse en el Blog de Don Emilio! Saludos, Señor@ M.
    Patrosinio, pa servirle.

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