Agenda completa de actividades presenciales y online de Emilio Carrillo para el Curso 2023-2024

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18/1/10

Haití: con dolor y Amor


Tras la entrada publicada el pasado sábado 16 bajo el título ¡No hay desastres naturales!: Réquiem por Haití y la Humanidad, much@s amig@s del Blog están enviando sus mensajes y comentarios. Entre todos, traigo aquí dos ellos.

El primero de los que se recoge a continuación, se debe a Pedro Pozas Terrado y ha llegado a mí gracias a Freeman, nuestro amigo de Liberación Ahora, (http://liberacionahora.wordpress.com/) y tienen como título Haití - Puerto Príncipe: el infierno de la nada.

El segundo, ha salido de la pluma de Juan Antonio Lorenzo (ver la entrada Samsara y Nirvana, del miércoles 13 de enero) y se denomina Esta Humanidad: aquí y ahora.

Gracias a tod@s y, especialmente, a Freeman y Juan Antonio.

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Haití - Puerto Príncipe: el infierno de la nada (resumen)

(…) ¿Cómo es posible que con tanto ejército internacional de EEUU, de la OTAN, de la Naciones Unidas no se hubieran movilizado desde el primer momento y llegar en horas al lugar de la catástrofe? ¿Cómo es posible que no se den cuenta que las ayudas que están llegando se quedan en el aeropuerto porque no hay nadie que las lleve a los lugares donde el sufrimiento es máximo? ¿No son capaces de organizar rápidamente caravanas de camiones militares y carros acorazados para abrirse paso entre las ruinas y llegar a la gente que esta caída en el suelo? Han pasado cuatro días y la ayuda literalmente no ha llegado. Hay escasas máquinas para desescombrar y rescatar las miles de personas que enterradas se están encontrando con una de las muertes mas horrorosas, una muerte lenta, con sufrimiento, con soledad, con esperanza perdida.

El hombre ha perdido el sentido y el dolor del corazón. Si en lugar de un terremoto, hubiera sido una ofensiva militar, a estas alturas habría miles de soldados en Haití, miles de carros de combate, de tiendas de campaña, de suministros......pero claro, hay que ayudar a una población que se desespera, que ve volar a los helicópteros y marcan en el suelo un SOS de desesperación, de impotencia. Hay que ir despacio, no es objetivo de guerra. ¿Cómo se puede organizar la ayuda sin existir una infraestructura que lleve esa ayuda a los lugares donde la muerte y los gritos de dolor se entremezclan con la desesperación?. ¿De que sirve el dinero si toda una capital con su gobierno, han quedado sumidos a la nada o desorientados con todas las estructuras básicas rotas y hundidas?.

No entiendo ni se quien puede estar al mando de la ayuda internacional. Pienso que la misma ayuda es un caos, no hay orden, no hay grúas en el aeropuerto para bajar las mercancías, no hay vehículos ni gasolina para arrancarlos. Lo primero que debían haber mandado son a miles de hombres con maquinas pesadas y carros blindados para formar una infraestructura sólida de salvamente, para desenterrar a los máximos posibles. Pero no, solo llegan aviones con paquetes y poco personal. Esto no es una ayuda internacional, es un caos y con el, miles de personas más están muriendo.

Desde estas páginas y con los ojos llorosos de ver escenas dantescas y niños asustados, chillando, personas heridas que son operadas sin anestesia y gritos de dolor que continuamente se escuchan por todos lados, como un altavoz sonoro e infinito perdido en la más absoluta de las soledades, SUPLICO que las Naciones Unidas formen un Organismo Mundial de Emergencia, con técnicos preparados en los diferentes escenarios que se pudieran presentarse en cualquier punto de la Tierra (terremotos, tsunami, incendios, inundaciones...), de las características de Puerto Príncipe, y que fueran los encargados de organizar una infraestructura teniendo a su disposición miles de hombres y material para acudir en pocas horas al lugar del desastre. Por desgracia esta estampa nos la seguiremos encontrando cada vez con más frecuencia ante el cambio climático al que nos estamos sumiendo, sin que los gobiernos y políticos no hagan nada y estén traicionando a la humanidad.

Mientras, el dolor de lo inaudito, sigue tiñendo de sangre Puerto Príncipe, con cadáveres descomponiéndose en medio de las calles, con gentes atrapadas que se encuentran en sus ultimas horas de aliento, en niños perdidos de mirada gris que deambulan por las calles sin saber donde van a parar, siendo vulnerables y corriendo otros peligros como el rapto para fines oscuros.

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Esta Humanidad: aquí y ahora

¿De cuantas formas y maneras nos van a explicar la tragedia de Haití?

¿Cuántas personas, instituciones, cadenas de t.v., periódicos, radios, grupos diversos, páginas Web,...etc. nos van “informar”, hablar, recordar y en fin, bombardear mediaticamente, sobre este drama y sus incontables dramas colaterales y subsidiarios?. Eso sí, teniendo en cuenta alguna que otra noticia sensiblera y por supuesto dependiendo de las cuotas de audiencia y de otros índices.

Pronto llegaremos a estar absolutamente enterados de todas las falsas razones por las que este drama ha sucedido. Razones estructurales, geográficas, geológicas, políticas, históricas, etc.

¡Porque ahora toca este!

Antes tocaron las tragedias del Sunami del Sudeste Asiático, el Gran Terremoto de China, las Hambrunas de Africa, la interminable y genocida guerra entre Israel y Palestina y tantas y tantas otras calamidades, en unos casos imprevistas y en otros consentidas, pero con el factor común de estar impregnadas de la escasa consciencia de lo que es la VIDA y de lo que somos: UNO.

Ya nos informan a bombo y platillo, que todos los Estados contribuirán a reconstruir Haití. Bueno más bien habría que decir a construir un nuevo Estado, porque lo que había era miseria pura y la Vida ha tenido que dar este enorme y desgarrador grito, de nuevo, para ver si caemos en la cuenta de quienes somos.

Las cifras que se barajan son aportaciones ridículas para lo que realmente se necesita. ¿Se lograran recaudar por todas las aportaciones algunos miles de millones de dólares? ¿Se invertirán en dignificar la existencia de nuestros hermanos de Haití?

¿Tendrán que negociar los Estados cuales serán las empresas encargadas de la reconstrucción de las infraestructuras mínimas que se acometan y cuales serán las tasas de retorno o las contraprestaciones y ventajas que sacaran de la tragedia?.

Eso sí los ciudadanos aportaremos nuestro granito de arena, en muchos casos eso también tiene una contraprestación mucho mayor que lo que se da. Se recibe muchísimo más. Normalmente es así, quien da amor en la forma que sea (puede ser en forma material), recibe felicidad multiplicada por mil.

Pero estas cifras son ridículas comparadas con las que se aportaron para mantener vivo al monstruo sistema que genera la causa ultima de todas estas calamidades.

Veremos en que queda todo esto en breve tiempo, pero aún se pueden ver lo rápido que se agotan las buenas intenciones, incluso cuando el desastre ocurre en el país más rico del mundo (El ciclón Katrina)…

Pero es que aquí cerca, debajo del puente de Camas, o en otros lugares marginales de la ciudad de Sevilla, aunque en verdad no tenga muchos comparada con otras ciudades, viven numerosas personas en situación indigna e intolerable.

En el mismo Parque de los Príncipes, en el corazón del barrio de los Remedios, deambulan durante el día personas que “viven en la calle”; casi siempre acompañadas por su mejor amiga, alguna botella, tumbadas, en muchas ocasiones, en el césped o en los bancos del parque en situación de absoluta exclusión social. Carecen de vivienda o sitio donde, de manera reglar y en condiciones dignas, puedan sentirse amparados. Y lo que es aún peor están condenadas al ostracismo, están solos y son casi invisibles, claro está, para aquellos ojos que no quieren ver.

¿Cuántos ejemplos podemos seguir poniendo del tañer de la campana de la Vida llamándonos al despertar de la compasión, del Amor y de la unidad de la VIDA?: ¿Los sin techo?, ¿Los ancianos abandonados en frías residencias que son como salas de hospitales y donde huele a desamor y vergüenza? ¿Los que apenas si tienen para comer y carecen de trabajo y de ayudas? ¿Los que han venido huyendo de la “muerte africana” atravesando desiertos, fronteras alambradas de espinos y sorteando los envites de la mar hacinados en pateras? ¿Los que después de haber llegado, son cogidos y arropados con una manta y un poco de caldo caliente, para después de algunos días ser devueltos al lugar del que huyeron para poder seguir transportando vida?...

En fin, ¿cuantas situaciones de desamor, dolor y sufrimiento son necesarios aún, para que la “VERDAD y la VIDA” despierten en forma humana en este bello planeta?

¡Cuántos millones de seres sufrientes!

¡Esto no cambia porque no cambiamos nosotros! ¡Cada uno de nosotros!

Seguimos alimentando al monstruoso sistema que actúa a través de un software implantado en las mentes de las personas, para que vivan sientan actúen y tomen consciencia de acuerdo con este programa, que además puede y de hecho lo hace modificar el hardware que lo soporta.

Quienes despiertan, además de ayudar a despertar a la VIDA al resto de la humanidad, deben procurar que el sistema no adormezca a los ya despiertos.

Seguimos alimentando al monstruo cuando, nos utiliza para mantener su sistema financiero, bancos y cajas; cuando nos convence y aceptamos una forma de vida basada en tener propiedades; cuantos más ahorros en bancos mejor, cuantas más inversiones rentables mejor, cuantos más pisos y valores mejor, cambiar de coche por modelos más actuales y de moda, un buen vestuario y renovarlo con asiduidad para estar a la moda, creer que lo que ocurre es la información que nos dan. Etc. “Los despiertos” en muchas ocasiones son los mejores colaboradores en mantener con vida a este monstruoso sistema, porque con sus palabras pueden llevar una tranquilidad de espíritu a “los inquietos”, cuyo despertar pueden entender que solo es comprender esta burda farsa, pero sin pagar el enorme coste de bajarse del tren por el que se mueven en el escenario.

Poner fecha y fin a esto es cuestión de decisión y no admite demoras

¡El cambio no es estar despierto y ser consciente de ello!

¡El cambio solo vendrá cuando cada una de nuestras acciones y en todo momento sean una con nuestra consciencia de seres despiertos!

Así que, ¡despiertos! , podemos seguir ayudando a mantener esta brutal situación de la humanidad, viviendo anestesiados por el monstruoso sistema a través de sus programas de consumo, comodidad y separación; donde la seguridad de vivir sin problemas personales o al menos con los menos posibles y controlables, impedirán que nos reconozcamos en el espejo de los demás y sus problemas y en consecuencia nos mantengamos separados .

¡Todas las tragedias lejanas o cercanas, después de un tiempo y con la ayuda del “consumo” y adicciones personales que en cada caso necesitemos, nos dejaran dormir y podremos seguir disfrutando del programa de comodidad y estabilidad dentro del sistema! ¡No hay mal que cien años dure! ¡No hay que preocuparse, todo pasa! ¡No hay que dejarse arrastrar por los problemas de los demás!

¡Cuantas más dosis necesitamos para no desestabilizarnos, estar tranquilos y dormidos o despiertos seguir echados en la cama!

No has despertado a la autentica y única VIDA, para cerrar los ojos y quedarte en la cama cuando algo té inquieta. ¡Hay muchos despertares y otros muchos niveles a los que habrás de despertar aún!

En Haití ahora, o al lado de tu casa todos los días, la consciencia siempre está donde tú estás y la VIDA te está llamando porque sabe que ya la puedes escuchar.

Su idioma es la compasión, el amor y la unidad. ¡Empieza a hablarlo ya!, ¡Suéltate!, ¡No pierdas ni un solo minuto ni momento, porque eres absolutamente responsable de todo lo que está ocurriendo!

¡Mientras no seas plenamente consciente de cada uno de los actos de tu vida y estos no estos no se desenvuelvan dentro de la compasión, el amor y la unidad, el cambio no llegará, todo se quedará en palabras y frases bonitas, en pura filosofía, en un acto mas de la película en la que vive tu mente.

Que no te quepa duda, sino somos capaces de llevar este despertar consciente a nuestra conciencia, y eso es posible a tenor de que ni siquiera “los despiertos” viven según su consciencia, sino que en muchos casos se dedican a mariposear sobre ella, nos veremos abocados a cambiar dolorosamente, muy dolorosamente o se acabará esta forma frustrada de expansión consciente de esta humanidad dividida que no llegó a entender su unidad en la VIDA y en el AMOR.

Y por supuesto podrá continuar otra forma de humanidad, de la que no formo parte, basada en la fría y racional tecnología capaz de dominar con eficacia una vida sin corazón, en cualquier ambiente, de una manera robotizada y donde la población y los medios sean los exactos y correctos para su desarrollo.

Si triunfa esa otra humanidad a la que también hay una tendencia, habrá de esperar una nueva oportunidad y otras condiciones para despertar a la UNIDAD en el AMOR de todo.

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2 comentarios:

  1. Gracias Emilio por tu magnífica aportación a la Nueva Consciencia en este blog, brindando tus escritos plenos de lucidez y positividad, y compartiendo también las inspiraciones de otros herman@s.

    Un abrazo y seguimos adelante,
    Freeman

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